miércoles, 30 de abril de 2008

CorduraXescriturA

Un pequeño adelanto de CorduraXescriturA:

Noche 1

Viendo resoplar al viento, silbando entre zarzamoras y demasiados pájaros para poder ser contados, a la orilla de la desesperación, sabía a poco un final así. Terminaron los árboles como lilas en el pesar de las hojas sumergidos. A pesar, a pesar de los años corroyendo el dolor, siguió retumbado un grito en blanco y negro y habrían de pasar cien de ellos para acallar el eco. Las manzanas allí estrellaban surcos de luz serena en la reflexión de los atardeceres. Y ese olor particular. Se veían barcos mercantes allá a lo lejos, cerca del requebrar de los fines, pero lejos al fin y al cabo. Ya vendrían tiempos peores. La locura fue al único clavo que nos pudimos agarrar y sin resistirnos, pues iba nuestro aire en ello. Las alas se tornaron en cercos de incomprensión hacia lo exterior, y si el mundo se acabara, algo que tendría que haber llegado, a pesar de las azucenas de colores soleados y olor a amatista, prenderíamos la razón. Y ya se fueron entonces las mañanas a pasear a la Luna, y la noche fue de día y los corazones más claros. Que a pesar de estar bien, estuvo mal. No siguieron madrugadas de más sosiego, ni de marchitar penas en el tiempo. Ninguna, en realidad ninguna primavera fue apacible. Y cuando los campos lloraban sus flores, nosotros las veíamos olvidar el verde y saludar a las tonalidades de arco iris que se reflejaban en el cielo. Entonces fue el día feliz del cielo verde. Pero no habrían de llegar más y entonces el oscuro se presentó con mirada simpática y boca de decir te absorbo. Pero el fuego de la anciana habría de traer calor, y eso, en medio de aquel frío intenso que azotaba nuestra voluntad, era un grande consuelo. No tendríamos que tragar ceniza antes que la guadaña nos devolviera a la tierra de nadie, y pronto sabríamos caminar con las calles siendo como extraños en el asfalto. Tantos libros sin palabras los que tropezaron en el fluir inevitable de la vida. Y si ha de terminar ahora, pues que al menos el adiós no sea triste y, si te queda esperanza, mañana volveremos a jugar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No te pases mucho en el Viña, que luego se te olvida hasta de escribir ...

Cuidate Corasón ...

PD: Bonito cuento!

VOLVEREMOS A JUGAR!

Anónimo dijo...

Una bonita paranoia poética. Será divertido leer tu libro.

Un saludo, nos vemos en la Sabanilla.

Anónimo dijo...

Hola nitro, solo queria felicitarte por tu nuevo blog, y por todos los proyectos que llevas en marcha. Pasalo bien en el viña y punkarrea un poko por mi...

Saludos
Jose Molera